miércoles, 10 de febrero de 2010

Ellos, los que dicen... V

Un adagio para un país que puede ser este, aquel o el otro...

Una noche, la rambla montevideana y estos acordes; una tarde, avenida reforma, la misma letra, el mismo dolor, la misma tierra, el mismo país...

"En mi país, que tristeza, la pobreza y el rencor... "

Ellos, los que dicen... IV

TE DOY MI ALMA DESNUDA

Te doy mi alma desnuda,
como estatua a la cual ningún cendal escuda.

Desnuda con el puro impudor
de un fruto, de una estrella o una flor;
de todas esas cosas que tienen la infinita
serenidad de Eva antes de ser maldita.

De todas esas cosas,
frutos, astros y rosas,
que no sienten vergüenza del sexo sin celajes
y a quienes nadie osara fabricarles ropajes.

Sin velos, como el cuerpo de una diosa serena
¡que tuviera una intensa blancura de azucena!

Desnuda, y toda abierta de par en par
¡por el ansia del amar!

Juana de Ibarbourou

Este



¿Alguna vez te despertaste por el olor de un sueño?

Yo sí, esta madrugada.

No recuerdo el sueño exactamente pero no estabas ahí. Fue un instante en que me llego tu aroma en una brisa y abrí los ojos con la certeza de que ahí estarías, entonces podría abrazarte y volver a dormir porque seguíamos juntos, ahí conmigo y no sólo tu olor en un sueño.

jueves, 14 de enero de 2010

Ellos, los que dicen... III

Jaime Ross

Una cotidianeidad montevideana que sucede en dos calles.
Durazno y Convención.
" ... y un día, un día te veré contento, el día que te abrace el viento de durazno y convención..."

Ellos, los que dicen... II

Buscamos...

Buscamos
cada noche
con esfuerzo
entre tierras pesadas y asfixiantes
ese liviano pájaro de luz
que arde y se nos escapa
en un gemido.

Idea Vilariño

Ellos, los que dicen...

Corazón coraza

Porque te tengo y no
porque te pienso
porque la noche está de ojos abiertos
porque la noche pasa y digo amor
porque has venido a recoger tu imagen
y eres mejor que todas tus imágenes
porque eres linda desde el pie hasta el alma
porque eres buena desde el alma a mí
porque te escondes dulce en el orgullo
pequeña y dulce
corazón coraza

porque eres mía
porque no eres mía
porque te miro y muero
y peor que muero
si no te miro amor
si no te miro

porque tú siempre existes dondequiera
pero existes mejor donde te quiero
porque tu boca es sangre
y tienes frío
tengo que amarte amor
tengo que amarte
aunque esta herida duela como dos
aunque te busque y no te encuentre
y aunque
la noche pase y yo te tenga
y no.

Mario Benedetti.

domingo, 15 de noviembre de 2009

Ya sé que estoy piantao...

Las tardecitas de Buenos Aires tienen ese, que se yo...

El último organito

Homero Manzi, el personaje.
La esquina de Homero Manzi, el lugar que huele a tango.

El tango que entra con el vino, por los oidos y se retoma en cada verso.
El ritmo que ejecutan los pasos con ojos cerrados.
El lugar que huele a tango, a Manzi.

Unas historias de amor, otras de vida.

El último organito irá de puerta en puerta
hasta encontrar la casa de la vecina muerta,
de la vecina aquella que se cansó de amar;
y allí molerá tangos para que llore el ciego,
el ciego inconsolable del verso de Carriego,
que fuma, fuma y fuma sentado en el umbral.


viernes, 6 de noviembre de 2009

Mi Buenos Aires querido....


"Magia o mundo tangible, había un dios egipcio que armonizaba verbalmente los sujetos y los objetos. Todo iba realmente muy bien."

Julio Cortázar.


Buenos Aires también es una metáfora.

Y tuve que esperar 10 años para comprobarlo.

Esta ciudad la conocí primero en letras, luego en fotos y después en relatos. Tantos anhelos después, por fin, pude respirarla, sentirla, saborearla, olerla, escucharla, vivirla. La caminé al paso porteño, degustando cada partícula.

Era inevitable pensar en la ciudad “Del lado de acá”, hacer las comparaciones entre el caótico DF y el caótico Buenos Aires.

Toda mi piel eran ojos, mis oídos boca, mi ojos escuchaban todo.



En mi país...

Música popular que abraza el corazón de orientales y latinos. La voz, quizá, más respetada que dentro del país o en el exilio, transmitió siempre un canto de esperanza...