miércoles, 10 de febrero de 2010

Ellos, los que dicen... V

Un adagio para un país que puede ser este, aquel o el otro...

Una noche, la rambla montevideana y estos acordes; una tarde, avenida reforma, la misma letra, el mismo dolor, la misma tierra, el mismo país...

"En mi país, que tristeza, la pobreza y el rencor... "

Ellos, los que dicen... IV

TE DOY MI ALMA DESNUDA

Te doy mi alma desnuda,
como estatua a la cual ningún cendal escuda.

Desnuda con el puro impudor
de un fruto, de una estrella o una flor;
de todas esas cosas que tienen la infinita
serenidad de Eva antes de ser maldita.

De todas esas cosas,
frutos, astros y rosas,
que no sienten vergüenza del sexo sin celajes
y a quienes nadie osara fabricarles ropajes.

Sin velos, como el cuerpo de una diosa serena
¡que tuviera una intensa blancura de azucena!

Desnuda, y toda abierta de par en par
¡por el ansia del amar!

Juana de Ibarbourou

Este



¿Alguna vez te despertaste por el olor de un sueño?

Yo sí, esta madrugada.

No recuerdo el sueño exactamente pero no estabas ahí. Fue un instante en que me llego tu aroma en una brisa y abrí los ojos con la certeza de que ahí estarías, entonces podría abrazarte y volver a dormir porque seguíamos juntos, ahí conmigo y no sólo tu olor en un sueño.