domingo, 15 de noviembre de 2009

El último organito

Homero Manzi, el personaje.
La esquina de Homero Manzi, el lugar que huele a tango.

El tango que entra con el vino, por los oidos y se retoma en cada verso.
El ritmo que ejecutan los pasos con ojos cerrados.
El lugar que huele a tango, a Manzi.

Unas historias de amor, otras de vida.

El último organito irá de puerta en puerta
hasta encontrar la casa de la vecina muerta,
de la vecina aquella que se cansó de amar;
y allí molerá tangos para que llore el ciego,
el ciego inconsolable del verso de Carriego,
que fuma, fuma y fuma sentado en el umbral.


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