martes, 18 de agosto de 2009

Construção

Primero es escuchar la canción con los ojos cerrados, sin pensar en nada, simplemente escuchar.

El portugués es un idioma que me agrada. Me da la sensación de tranquilidad porque tiene una cadencia especial. Si a ese ritmo que transmite naturalmente se le agrega un arreglo musical que fusiona los inconfundibles ritmos brasileños y una letra que es interpretada por una vos apacible, el resultado es una construcción de imágenes que se adivinan por las palabras que suenan conocidas.

La segunda vez que se escucha la canción en su idioma original la historia comienza a desmenuzarse en fragmentos de imágenes separadas, que como rompecabezas van formando una historia triste, sobrela cotidianeidad de la vida de muchos hombres que viven (y mueren) en la constrcción.

Y dar un beso como si fuera principe, y dar un beso como si fuera el único, y cantar una canción como si fuera última...

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