sábado, 30 de mayo de 2009

Mitos sobre el origen


En la actualidad, las teorías científicas proporcionan las respuestas acerca del lugar del hombre en relación con el universo, la naturaleza y la sociedad; pero en la antigüedad, los mitos eran los encargados de justificar estas relaciones. Es a través de ellos que se formulan las relaciones que existen entre los fenómenos naturales, las estructuras sociales y culturales que definen las características espirituales, intelectuales, afectivas, políticas, así como el desarrollo de técnicas y herramientas de cada pueblo.

Mediante narraciones, las civilizaciones sitúan las causas de los procesos originales en los primero tiempos, es decir, hacen referencia al comienzo de las cosas, dándole nacimiento a la cosmogonía y la teogonía; reflejando de este modo su interpretación propia del cosmos.

Como ya se ha mencionado, los mitos existen en todos lo pueblos del mundo y no obstante su asombrosa variedad, existen también similitudes. Estas características pueden explicarse como que: los hombres se encuentran en diferentes lugares del mundo ante los mismos problemas y se plantean las mismas preguntas. A los hombres les interesa saber por qué son como son, porque en la naturaleza suceden ciertos fenómenos que implican situaciones que les afectan directamente. En este sentido, una de las principales incógnitas que han ocupado al hombre es justamente la del origen del mundo.

En la mayoría de las mitografías, el origen del universo o del mundo se explica a partir de la nada o del caos, haciendo énfasis en la importancia que tiene el orden de todas las cosas, principalmente el social. Es común encontrar que la creación sea atribuida a un ser supremo o un dios que comienza creando el entorno natural, el cielo, la tierra, los mares, las montañas, etc. El ejemplo más representativo de este mito es el que nos brinda la cultura judeo-cristiana, que se menciona en la Biblia a través del Génesis donde se dice que dios creó el mundo en 7 días. Para los egipcios, también hay un solo dios creador Ra, El Luminoso, que fue nombrando dioses menores para crear el mundo, (Shu, del viento, Tefnut, de la lluvia, Geb de la tierra) y para los húngaros, el mundo fue creado por el Gran Padre de los cielos.

Una distinta versión de la creación del mundo es a partir de la separación de la materia original y es frecuente encontrar la representación del cielo con una divinidad masculina y la tierra con una femenina. Esta mitología considera que la creación del mundo se consigue a través de parejas antagónicas y complementarias; por ejemplo, para los vikingos el mundo surge a partir de Nilfheiim (dios del frío) y Muspell, dios del calor ya que según sus mitos, el mundo en sus inicios solamente era frío o calor. Para los mexicas, el universo surge a partir de la pareja divina, que estaba integrada por El Señor de la Luz del Centro y La Señora de los Cielos Nocturnos, fue esta pareja la que se encargó de crear a los dioses de la creación, que posteriormente tuvieron que sacrificarse para que el mundo surgiera. Para los maoríes en Nueva Zelanda, la creación del mundo fue posible gracias al amor profundo que se tenían Papa, diosa tierra, y Rangí, el dios cielo, que tuvieron que separarse para poderle vida al universo que formaron.

Otra característica de los mitos sobre el origen del universo, es la expone que está hecho con fragmentos corporales de deidades o seres superiores. De esta forma se pretende despertar respeto por la tierra y todos los elementos de la naturaleza al ser identificada con un ser superior. Un ejemplo de esta mitología es el que existe en China, donde se cuenta que Pan Ku creó un enorme huevo que produjo una explosión dando origen a los primeros elementos del mundo, pero que eran caóticos y tratando de mantener el orden en el mundo que creó, murió extenuado y su cuerpo se convirtió en todo lo bello que nos rodea, como el sol, la luna, las estrellas, las estaciones del año, etc.

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